viernes, 23 de enero de 2015

Salvador Dalí y Alice Cooper




Quizás los más veteranos del lugar recuerden la extraña amistad y complicidad que surgió en los 70 entre Alice Cooper y Salvador Dalí. Pese a que cada uno de ellos se moviera en ámbitos del arte muy diferentes (uno era el rey del surrealismo pictórico y el otro el rey del “shock & roll“), no hay duda de que la excentricidad y la provocación les unían. 

El mito del heavy metal conoció al pintor en un concierto suyo. A Dalí le fascinó toda su imagineria estética: cadenas, cuero, serpientes, sangre, látigos, etc., mientras que Cooper afirmó que era un auténtico rockero por su actitud sorprendente y provocadora. Después de eso la amistad se consolidó cuando Cooper fue invitado por tres días a la casa de Dalí. El resultado fueron dos retratos del rockero en formato holograma titulados “Primer retrato cromo-holograma cilíndrico del cerebro de Alice Cooper” y “Retrato del cerebro de Alice Cooper”, y años más tarde, Dalí homenajeado en la portada del disco “Da Da”, al coger Cooper un fragmento del cuadro “Mercado de esclavos con la aparición del busto invisible de Voltaire” para la carátula. 







Alice adoraba el Surrealismo (también presente en sus shows que combinan música, teatro y provocación) además de considerar a Dalí como uno de sus héroes -según él mismo comentó años después-. 
Dalí, por su parte, presenció uno de los shows de Cooper, y a partir de allí quedó fascinado con la propuesta del cantante. 
Es en ese momento que Dalí pide conocerlo, encuentro de donde surgirá en 1973 una obra de Salvador basada en el arte de Alice, titulada "Alice Cooper's Brain." (El Cerebro de Alice Cooper). 

La obra consiste en un holograma tridimensional de colores que proyecta la figura de Alice sentado, adornado con una tiara y un collar diseñados por Dalí mismo (cuyo valor hoy ronda los 5 millones de dólares) y sosteniendo una estatuilla de la Venus de Milo a modo de micrófono. Detrás de él, se observa una escultura del cerebro de Alice, cubierta de chocolate y hormigas pintadas. Hoy se exhibe en el Teatro-Museo Dalí, en Figueras. 




En una rueda de prensa celebrada en New York: Alice:” Yo vestía de negro completemante y mis ojos se mantenían cerrados mientras me bebía una lata de cerveza. El vestía de blanco, parecía una especie de santo. Explicó una y otra vez de que trataba la obra. Lo explicaba siempre a su manera, con su lenguaje. Entonces alguien me preguntó: “¿Qué opina al respecto?”, Y yo dije:”no lo sé. No he entendido una palabra de lo que dice desde que le he conocido”. Entonces Dalí salto y dijo:”¡Perfecto!. Confusión, la mejor forma de comunicación”. 




En 1983, Cooper rinde homenaje al pintor en la portada de su disco "Da-Da", donde reproduce parte de su obra “Mercado de esclavos con busto invisible de Voltaire”, realizado en 1940. Dalí mismo autorizó su impresión. 










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